Dicen que el tiempo pasa muy deprisa cuando tenemos hijos, y es verdad...
"Hace cuatro días" yo estaba igual que los papás de Iker con mi hija, y dentro de nada va a cumplir 7 añazos :)
Por eso me parece tan importante y tan bonito poder conservar estos momentos que pasamos con nuestros hijos. Cómo le gustaba (o no) bañarse, vestirse... su juguete favorito, cómo nos miraban...
Cada vez me gustan más este tipo de sesiones fotográficas tan naturales, donde el ritmo lo marcan ellos.
Soy muy fan de las sesiones en exterior (ya lo sabéis je jeje), pero cuando llega el frío vuestras casas pueden ser un buen escenario. Además los chiquitines al no salir de su entorno se sienten cómodos y se olvidan de que hay una persona más en su casa.
Aquí os dejo a Iker, un bombón de casi un añito (en el momento de la sesión), y a sus papás, una pareja encantadora; una familia que se ha ganado un pedacito de mi corazón. Gracias por ser como sois!