Que Irene es preciosa salta a la vista, pero a pesar de ser algo tan obvio, ella necesitaba verse bonita.
Por eso hicimos esta sesión de fotos en Madrigal de la Vera (mi lugar favorito del mundo...).
Allí poco a poco ella se fue soltando y como si de un juego se tratara pasamos la tarde entre piedras, agua y fotos.
Empezamos por poses y vestuario en el que ella se sintiera más cómoda, todo con "vida y movimiento", como digo siempre jejeje... cada vez ella se sentía más cómoda delante de mi cámara, y se atrevió a sacar su lado más sensual.
Fue ahí cuando le hice fotos de temática "boudoir", unas fotos sensuales y elegantes que refleja a la Irene dulce pero mujer en una de las edades más bonitas (lo digo yo que tengo unos cuantos años más), para tener un fiel recuerdo de cómo era en su juventud cuando los años pasen.